En el momento de la muerte, dice el libro tibetano de los muertos, los cuatro sonidos llamados sonidos que inspiran terror sagrado se escuchan: El de la fuerza vital del elemento tierra, un sonido como el derrumbamiento de una montaña.
El de la fuerza vital del elemento agua, un sonido como el de las olas del océano. El de la fuerza vital del elemento fuego, un sonido como el incendio de una selva. El de la fuerza vital del elemento aire, un sonido como el de mil truenos reverberando simultáneamente. El lugar a donde uno se refugia huyendo de estos ruidos es la matriz.
El estado intelectual común y corriente de la vida diaria no es todo, el libro tibetano de los muertos dice: Oh noble hijo, escucha con atención y sin distraerte.
Hay seis estados transitorios de Bardo que son: El estado natural del Bardo durante la concepción; el Bardo del estado de los ensueños; el Bardo del equilibrio estático en la meditación profunda; el Bardo del momento de la muerte; el Bardo del equilibrio y de la experiencia de la realidad, y el Bardo del proceso inverso de la existencia Samsariana. Tales son los seis estados.
Con este exótico término Bardo, los iniciados tibetanos definen inteligentemente esos seis estados concientivos diferentes, distintos, al estado rutinario intelectual común y corriente de la vida diaria Todo el que muere tiene que experimentar tres Bardos: El Bardo del momento de la muerte, El Bardo de la experiencia de la realidad y el Bardo de la búsqueda del renacimiento Existen cuatro estados de materia dentro de los cuales se desarrollan todos los misterios de la vida y de la muerte....