La Jerusalén celestial
Dentro de cada ser humano debe construirse una ciudad-luz, una Jerusalén celestial. Así, los Iniciados habitan en la Ciudad de Heliópolis.
Así, dentro de cada ser humano, existe una ciudad psicológica terriblemente maligna, poblada por los demonios del deseo. ¡Necesitamos destruir tal ciudad!
Se hace necesario fabricar el Mercurio de los Sabios, para edificar dentro de nosotros mismos la Jerusalén celestial.
¡Conócete a ti mismo! Y vosotros, que deseáis conocer la piedra filosofal, conoceos bien y la conoceréis. En el mercurio de los sabios, está la clave la piedra filosofal.
¡La Luz brilla en las tinieblas!
Stella Maris, la Virgen del Mar, Devi Kundalini, resplandece en el Mercurio que asciende por canal medular del Iniciado.
La Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes, reduce a polvo a los habitantes tenebrosos de la ciudad psicológica.
Sobre las ruinas de la ciudad maldita, se levantará la Jerusalén celestial. La Jerusalén celestial es, pues, algo interior, profundo: nuestro propio universo interior.
Samael Aun Weor La Pistis Sophia develada.