Toda religión tiene origen sexual. En África y Asia es corriente la adoración al Lingam Yoni y Pudenda. El Budhismo Secreto es sexual. En Budhismo Zen se enseña prácticamente la Magia Sexual. Budha enseñó Magia Sexual en secreto.
Existen muchas divinidades fálicas. Shiva, Agni, Sacti en la India, son divinidades fálicas. Legva en África; Venus, Baco, Príapo y Dionisio en Grecia y Roma, fueron divinidades fálicas. Los judíos tenían dioses fálicos y bosques sagrados consagrados al culto sexual. A veces los sacerdotes de los cultos fálicos se dejaron caer miserablemente y cayeron en el desenfreno de las orgías bacanales.
Herodoto refiere: todas las mujeres de Babilonia tenían que prostituirse con los sacerdotes en los templos de Milita. Mientras que en Grecia y Roma, en los templos de Vesta, Venus Afrodita, Isis, etc., las sacerdotisas ejercían su santo sacerdocio sexual, en Capadocia, Antioquía, Pamplos, Chipre y Bylos, las sacerdotisas celebraban grandes procesiones portando, con infinita veneración y mística exaltación, un gran falo, cual dios o cuerpo generatriz de la vida y de la simiente.
La Biblia tiene también muchas alusiones al culto fálico. El juramento, desde la época del patriarca Abraham, lo hacían los judíos apoyando la mano bajo el muslo, o sea sobre el miembro sagrado. La Fiesta de los Tabernáculos era una orgía semejante a las famosas Saturnales de los romanos. El rito de la circuncisión es fálico totalmente. La historia de todas las religiones está llena de símbolos y amuletos fálicos, tales como el Mizpah hebreo, el Poste de Mayo cristiano, etc.
En tiempos antiguos se veneró profundamente piedras sagradas de formas fálicas, a veces semejantes al miembro viril, otras veces semejantes a la vulva, piedras de pedernal y de sílice, que se tenían por sagradas, por cuanto con ellas producían el fuego, ocultamente desarrollado en la médula espinal de los sacerdotes paganos, como divino privilegio. En el cristianismo encontramos mucho falismo.
La circuncisión de Jesús, la fiesta de los Reyes Magos, el Corpus Christi, etcétera, son fiestas fálicas heredadas de las santas religiones paganas. La paloma, símbolo del Espíritu Santo y de la voluptuosa Venus Afrodita, se la representa siempre como instrumento fálico que utilizó el Espíritu Santo para fecundar a la Virgen María. La misma palabra sacrosanto proviene de sacro, y por lo tanto es de origen fálico.
El culto fálico es terriblemente divino. El culto fálico es tremendamente científico y profundamente filosófico. Ya viene la Era Acuaria y entonces los mismos laboratorios descubrirán los principios energéticos y místicos del falo y del útero. Las glándulas sexuales están gobernadas por Urano, y encierran terribles fuerzas que la ciencia del laboratorio descubrirá en la nueva era. Entonces se reconocerá públicamente el valor científico de los cultos fálicos antiguos.
Dentro de la semilla existe todo el potencial de la vida universal. La ciencia materialista actual no sabe sino criticar burlonamente lo que no conoce. En los patios empedrados de los templos aztecas, hombres y mujeres se unían sexualmente para despertar el Kundalini. Allí, las parejas permanecían meses y años enteros amándose y acariciándose y practicando Magia Sexual sin derramar el semen. Aquellos que llegaren a derramar el semen eran condenados a pena de muerte.....