Amigos míos existe una ley que se llama KARMA; ésta significa en sí misma causa y efecto, acción y consecuencia. Vosotros debéis comprender lo que es la ley de la compensación, todo lo que se hace hay que pagarlo, pues no existe causa sin efecto ni efecto sin causa.
Se nos ha dado libertad, libre albedrío y podemos hacer lo que queramos, pero es claro que tenemos que responder ante Dios por todos nuestros actos.
No solamente se paga Karma por el mal que se hace, sino por el bien que se deja de hacer pudiéndose hacer. Cuando uno viene a este mundo trae su propio destino; unos nacen en colchón de plumas y otros en la desgracia.
Si en nuestra pasada existencia matamos, ahora nos matan; Si herimos, ahora nos hieren; si robamos ahora nos roban, y con la vara con que a otros medimos seremos medidos. Sin embargo, es posible modificar nuestro propio destino, porque cuando una ley inferior es trascendida por una ley superior, la ley superior lava a la ley inferior.
Al León de la ley se combate con la balanza. Si en un platillo de la balanza ponemos nuestras buenas obras y en la otra ponemos las malas, ambos platillos pesarán iguales o habrá algún desequilibrio. Si el platillo de las malas acciones pesa más, debemos poner buenas obras en el platillo de las buenas acciones....
