Para todos los hermanos gnósticos del Zulia Venezuela, van mis salutaciones ¡Paz Inverencial!
Queridos hermanos gnósticos: hemos sentido gran placer con la visita de los hermanos que nos han visitado aquí en estos días.
Ciertamente, recordamos al Zulia con inmenso cariño. Obviamente el Zulia, pues, es una región muy hermosa en sí misma.
Nos interesa sobremanera que cada uno de nuestros hermanos se preocupe antes que todo por obtener un cambio radical, absoluto, de sí mismo.
Cambiar es lo fundamental, más no es posible verdaderamente cambiar, en el sentido más completo de la palabra, si no se auto-observa uno a sí mismo.
Es la vida práctica el gimnasio donde nosotros podemos auto-descubrirnos, en relación con nuestros semejantes, ya sea en la casa, o en la calle, o en la escuela, o en el templo, en la fábrica, en la oficina, etc. Si estamos en constante auto-observación, nos auto-descubriremos.
Sé que en cualquier circunstancia de la vida, afloran los defectos psicológicos que nosotros llevamos escondidos allá, muy adentro de sí mismos. Si no nos auto-observamos, no puede tampoco auto-descubrirlos; pero si uno está en auto-observación psicológica constante, de momento en momento, entonces estos defectos pueden ser descubiertos.
Ellos afloran de una forma tan natural, tan espontánea, que realmente no cuesta trabajo poderlos descubrir si estamos en el estado de alerta percepción, alerta novedad....