01 octubre, 2025

Naves cósmicas

 

Naves co smicas ovni ufoFue allá por el año de 1950 cuando nosotros hablamos por vez primera sobre los Discos Voladores. Por aquel año afirmamos enfáticamente que tales Discos Voladores son realmente Naves Cósmicas tripuladas por habitantes de otros planetas.  

Por aquella época muchos se rieron de nuestras afirmaciones, pero hoy los acontecimientos nos han dado la razón. En los Estados Unidos existe un departamento científico dedicado únicamente a la investigación de estas Naves Cósmicas. La ley de los accidentes incluye también a esas naves y varias han chocado o han explotado violentamente en el aire.

Los Estados Unidos tienen en su poder restos de algunas de esas naves. No nos proponemos demostrar en este folleto la Realidad de las Naves Interplanetarias, porque esa realidad está ya totalmente demostrada. Sólo queremos ahora ampliar las informaciones que en el año de 1950 dimos a la humanidad en la primera edición del Matrimonio Perfecto.

Las Naves Cósmicas tienen su historia y sus tradiciones. Realmente esas Naves fueron creadas por Ángeles, Arcángeles, Serafines, etc., que poseen cuerpo de carne y hueso. Muchas tradiciones cósmicas mencionan a San Venona y su sistema de Navegación cósmica.

San Venona es un Ángel con cuerpo de carne y hueso. San Venona nació en el planeta Soort donde se dedicó a investigar la Ley de la Caída. He aquí querido lector la formulación que el propio San Venona dio sobre esta Ley Cósmica. Todas las cosas que existen en el mundo caen hacia el fondo, y el fondo para cualquier parte del Universo, es su Estabilidad más próxima y dicha Estabilidad es el lugar o punto sobre el cual convergen todas las líneas de fuerza provenientes de todas direcciones».

«Los centros de todos los soles y de todos los Planetas de nuestro universo son precisamente esos puntos de estabilidad. No son sino los puntos inferiores de aquellas regiones del espacio hacia las cuales tienden definidamente las fuerzas provenientes de todas las direcciones de aquella parte dada del universo. También se concentra en estos puntos, el equilibrio que permite a los soles y planetas mantener su posición».

Al enunciar su principio San Venona dijo además que al caer las cosas en el espacio donde quiera que ello fuese, tendían a caer hacia uno u otro sol, hacia uno u otro planeta, según a qué sol o planeta perteneciera aquella parte dada del espacio en que caía el objeto, constituyendo cada sol o planeta en esa esfera determinada la estabilidad a fondo.

San Venona después de profundas investigaciones, supo emplear esa particularidad cósmica para la locomoción de Naves Cósmicas. Las Naves Cósmicas diseñadas por San Venona se basaron en la Ley de la Caída. El único problema grave fue el de las atmósferas planetarias; estas no permiten la caída recta de los objetos en el espacio. SAN VENONA logró resolver ese problema fácilmente y construyó NAVES CÓSMICAS maravillosas.

No nos proponemos en este pequeño folleto explicar a fondo todo el mecanismo de esas Naves, porque además de ser demasiado complicado, sería cansón para el lector. La comisión de inspección dirigida por el ARCÁNGEL ADOSSIA, bendijo y aprobó los trabajos de SAN VENONA.

Las Naves de SAN VENONA se movían con la fuerza magnética de los Mundos, y eran muy veloces. Sin embargo el problema más grave se presentaba cuando las naves se acercaban a cualquier planeta o sol del espacio. Se necesitaba entonces difíciles maniobras para evitar una catástrofe. Pocos eran los hombres Ángeles que podían manejar esas naves. Era muy difícil timonear las naves de SAN VENONA y cada día se necesitaban más y más técnicos par conducir dichas naves. Sin embargo el sistema de SAN VENONA fue una revolución técnica en su tiempo, y desplazo por completo a otros sistemas.

Después de muchos años de actividad cósmica, fue desplazado el sistema de SAN VENONA por el revolucionario sistema del ARCÁNGEL HARITON. Este ARCÁNGEL es todo un hombre en el más completo sentido de la palabra, y tiene cuerpo de carne y hueso como cualquier persona.

Los maravillosos trabajos del señor HARITON fueron supervigilados por un gran sabio conocido en todo el cosmos con el nombre de ADOSSIA. Este sabio es también un caballero que ya adquirió el grado de ARCÁNGEL. Las NAVES CÓSMICAS modernas se fundamentan en los trabajos del ARCÁNGEL HARITON. Todo el funcionalismo técnico de dichas naves se realiza sobre la base del movimiento continuo.

Este no es un texto de mecánica y nosotros tampoco somos mecánicos; por ello nos abstenemos de describir toda la mecánica de las NAVES CÓSMICAS. A través del espacio cósmico infinito viajan millones de NAVES CÓSMICAS, tan numerosas como las arenas del mar. Las naves INTERSISTEMALES son gigantescas y llevan dentro de su vientre gigantesco, pequeñas naves que utilizan para descender a los mundos. Esto es semejante a los grandes barcos que llevan abordo pequeños botes que se utilizan para pasar a tierra. Cualquier humanidad madura del cosmos tiene pleno derecho a recibir las NAVES CÓSMICAS.

Normalmente los hermanos mayores ayudan a los menores y cuando una humanidad llega a la edad nuestra, reciben la visita de otras humanidades planetarias quienes le inician en los viajes cósmicos y además de obsequiarles algunas de esas Naves, se les enseñan a construir. En épocas de la Atlántida normalmente aterrizaban en los aeropuertos de la ciudad de SAMLIOS, las naves cósmicas. Entonces los habitantes de otros planetas visitaban a los reyes y convivían con ellos en sus palacios. Cuando la humanidad se corrompió moralmente, las hermanas humanidades de otros planetas dejaron de visitarnos.

En esta época de bancarrota de todos los valores espirituales, vamos a ser nuevamente ayudados por nuestros hermanos de otros mundos. Necesitamos una ayuda extra, porque estamos fracasados y al borde de un gran cataclismo. La humanidad terrícola ha llegado al MÁXIMUM de su corrupción y se hace urgente el auxilio de nuestros hermanos mayores. Ya varios habitantes de la Tierra han sido llevados de paseo a otros planetas del espacio infinito.

En la República de México, dos hombres fueron llevados a Venus; uno residente en Jalisco y el otro en la ciudad capital del País. En el capítulo siguiente hablaremos de este último. Sabemos que en el Brasil existe otro señor que fue llevado a Marte. No cabe la menor duda de que todos podremos visitar los otros planetas del espacio. Estamos en vísperas de un gran cataclismo cósmico y seremos advertidos antes de la gran catástrofe.

Las humanidades hermanas de otros planetas intentarán salvarnos y entrarán oficialmente a nuestras principales ciudades y anunciarán el peligro que nos aguarda. Más si continuamos con las explosiones atómicas y los vicios y toda clase de maldades y guerras, la catástrofe será entonces inevitable.

Es bueno saber que ya un grupo de Lamas tibetanos tienen unas pocas de esas NAVES CÓSMICAS. Las recibieron de nuestros hermanos de otros planetas y las tienen muy bien guardadas en cierto paraje secreto de los Himalayas. Por las calles de nuestras ciudades ya andan algunos ciudadanos de otros planetas; visten de paisanos y nadie los reconoce. Ellos estudian nuestros idiomas, usos y costumbres, con el propósito de ayudarnos.

Vamos a ser ayudados en grande escala. Necesitamos con urgencia esa ayuda, porque estamos totalmente fracasados. Muchas NAVES CÓSMICAS aterrizan ahora en la selva del Brasil, en el Sur de Argentina, etc. y en algunos otros lugares donde tienen aeropuertos secretos. Algunos de esos tripulantes cósmicos suelen quedarse entre nosotros. Se equivocan quienes creen que las humanidades visitantes de otros planetas intentan destruirnos. Se equivocan quienes suponen perversidad en nuestros hermanos visitantes. Es claro que tienen armas con las cuales pueden paralizar a hombre y máquinas.

Es lógico que son invulnerables porque están bien armados y protegidos. Si ellos quieren dominar este mundo lo harían en segundos, porque tienen armas especiales para hacerlo; también podrían destruir este planeta, hacerlo volar en pedazos, pero realmente no es eso lo que ellos quieren. Ellos no son destructivos, ellos respetan la vida; ellos no son los perversos terrícolas. Nuestros hermanos visitantes sólo quieren ayudarnos y todos y cada uno de los habitantes de la Tierra debemos prepararnos para recibirlos. Actualmente viven en todas las grandes ciudades del Mundo habitantes de Marte, Venus, Mercurio, etc.; ellos estudian nuestros idiomas y costumbres con el propósito de ayudarnos.

Las Naves Cósmicas aterrizan en lugares apartados y a veces dejan algunos tripulantes de otros planetas, los cuales vestidos de paisanos transitan por las calles de Nueva York, París, Londres, etc. sin que nadie los conozca pues son muy semejantes en sus apariencias a nosotros, aun cuando muchos de ellos son muchísimo más hermosos y perfectos.

Son absurdas las fantasías de muchos autores que se imaginan que los habitantes de otros planetas tengan forma distinta a la del ser humano de la Tierra. Las facciones físicas y formas del cuerpo físico de todos los hombres del cosmos, es siempre semejante.

Samael Aun Weor

Dentro de la cuarta dimensión


El sentido espacial y la cuartaSi un cuerpo puede penetrar dentro de la cuarta dimensión y aún dentro de la quinta, sexta, séptima o sumergirse en el Caos, se debe a las infinitas posibilidades contenidas en los átomos. 

Bien sabemos que un cuerpo humano, por ejemplo, en la cuarta vertical, ya no se comporta como en el mundo de tres dimensiones. Allí, el cuerpo humano puede asumir figuras diversas debido al poder, a la potencia encerrada en los átomos; potencialidades desconocidas para los señores de la Física moderna. 

¿Cómo podría uno usar ese poder atómico para entrar en el mundo de los jinas con el cuerpo físico?. No sería esto posible si uno se olvidara de sí mismo.

La intima recordación de sí mismo le permite a uno usar las técnicas científicas que hemos enseñado en el Libro Amarillo para meter el cuerpo físico-químico en la curta vertical o en la quinta o en la sexta o en la séptima, etc. 

Pero aquéllos que se olvidan de sí mismos cuando intentan usar tales técnicas, no tienen capacidad para hacerlo porque dependen del mundo sensorial externo, porque están embotellados en el dogma tridimensional de Euclides e identificados con tantas e infinitas tonterías que existen en este mundo. Entonces, al no tener capacidad para recordarse a sí mismos, menos pueden poner en actividad a las potencias mágicas de la Física nuclear en nosotros. Por tal motivo, fracasan no logran meter al cuerpo dentro de región de los djinas o jinas.

Samael Aun Weor.

Ver el video "EL SOL EN EL UNIVERSO Fractal divino Sirio como la capital de la Gran Galaxia en que vivimos"

P.- Maestro, las leyes que rigen esa Cuarta Coordenada, ¿son iguales a las de esta tercera dimensión?

R.- Son distintas las leyes, porque en la Cuarta Vertical se puede flotar con cuerpo de carne y hueso. En la Cuarta Vertical, las leyes son distintas; eso es claro.

P.- Maestro, tengo entendido que aquí, en el bosque de Chapultepec, hay un templo en estado de Jinas. ¿Puede usted pasar a cualquier hermano hacia ese templo, pero con cuerpo físico?

R.- Sí se puede, cuando los Adeptos del templo lo autorizan; porque no vamos nosotros a echar abajo las puertas del templo, ¿no? Hay que, primero, tener la autorización. Todo eso tiene sus leyes; uno no tiene derecho a entrar, al templo de Chapultepec, si antes no es debidamente autorizado, y para ser autorizado, pues tiene uno que merecérselo. Ese es un templo de la Cuarta Vertical; eso es todo. Ahora, meterse uno dentro de la Cuarta Vertical, no es tan difícil, no es tan difícil. Con un poquito de práctica, se hace. Todo lo que se necesita es tener fe, mucha fe.

P.- ¿Se sale vestido?

R.- Pues, por lo común se va uno con piyama ¿no? Por eso, antes de salir de la casa, es aconsejable hacer el ensayo: dar el saltito, para ver si flota; porque no sería muy agradable salir uno con paños menores a la calle. No, uno hace primero el ensayo, adentro, para ver si flota, y si flota, pues se da el lujo de irse. Si no flota, es porque no agarró la Cuarta Vertical, y entonces vuelve a su camita y repite el experimento.

P.- ¿Y para volver, después de haber viajado en estado de Jinas?

R.- ¿Para volver? Pues hay una ley en la Cuarta Vertical, según la cual todo regresa a su punto de partida. Les voy a contar una experiencia vivida: Cierta vez me puse a llamar a unas personas Jinas, para que me ayudaran. En la Cuarta Vertical viven gentes, razas enteras, y llamé a ciertas personas Jinas de los mundos Jinas, de las tierras Jinas, para que vinieran a ayudarme.

Toda la santa noche, yo ahí, acostado de medio lado, con la cabeza puesta sobre la palma de la mano, llamando a esas personas de los estados Jinas, para que vinieran. Al fin, por ahí a las dos o tres de la mañana, cuando me encontraba en un estado de laxitud muy especial, alguien me toca el brazo. Vuelvo a mirar, y veo a una dama que está allí, joven, que me dice: ¡Bueno, levántese! Y yo me dije: Así despierto, como estoy en este momento, y levantarme? Pero como soy un hombre de fe, pues me levanté de mi cama, me puse de pie.

Luego veo, con asombro, que en mi mesita que había allí con unas sillas, dentro de la recámara, estaban otras dos damas, sentadas alrededor de la mesa. De manera que con ella, eran tres. Tenían algunos Tarots, y a través del Tarot ellas consultaban sobre cuál era la que iba a cargar con la responsabilidad de llevarme a mí hacia Europa. Bueno, la suerte le cayó a la que me llamó. Entonces ésta me dijo: A mí me toca llevarlo. Se lo agradezco mucho respondí. Volvió a decir: ¡Salgamos!

Yo caminé, atravesé un patio, agarré un largo pasadizo, abrí la puerta y salí a la calle, al abrir la puerta, no se abrió la puerta física. ¿Qué puerta se abrió? La contraparte de la puerta. Entonces yo salí a la calle. Dije: Bueno, como que soy el único que va por entre la Cuarta Vertical. Más, grande fue mi asombro cuando salgo y encuentro que muchas otras personas, hombres y mujeres, viven en la Cuarta Dimensión, con cuerpo de carne y hueso.

P.- Maestro: ¿los que están en Cuerpo Astral puede ver a los que están en Jinas y viceversa?

R.- Sí, todo; allí se revuelven los vivos y los muertos, todo el mundo. Bueno, total que ya, entonces, eché a andar por esas calles; pero me dio, francamente, una gran alegría, era uno de mis primeros viajes, con cuerpo de carne y hueso, entre la Cuarta Dimensión. Tan grande alegría me dio, que resolví levantarme a flote hasta las nubes, y luego, desde allí, tirarme en picada, como un avión. Tuve que dejar esas payasadas, esos juegos violentos, y todo, cuando me llamó al orden la dama. Me dijo: Señor, yo tengo una gran responsabilidad moral con usted.

Si usted continúa con eso, pues usted se va a matar, se puede matar. Recuerde que va cargando con el cuerpo; usted puede matarse, porque aquí en la Cuarta Dimensión, puede matarse si continúa así como va. De manera que, por favor le pido que ande con juicio. ¡Ay, le dije, tiene usted razón. Entonces seguí viajando con ella y llegamos a Nueva York.

Allá, sobre un apartamento, en un rascacielos, nos aguardaba otro caballero que también estaba aprendiendo a manejar los estados de Jinas. Al llegar nos saludamos, pues me lo presentó la dama aquella. Nos hicimos amigos y entonces ya no solamente me tomó a mí bajo su responsabilidad, sino a él también. La dama dijo: “¡Vamos a atravesar el océano!” Pensé: “¿En carne y hueso, a esas horas de la noche, y atravesando uno el océano Atlántico?”

Por un instante, en cuestión de segundos, acudió a mí una idea: ¿Qué tal si nos saliéramos en estos momentos de la Cuarta Dimensión, aquí, en medio del océano? Si perdiéramos el estado de Jinas, ¿cómo quedaríamos allí, a esas horas de la noche y en mitad del océano Atlántico, rumbo a Europa? Bueno, seguimos viajando, hasta que llegamos a las playas de Europa. En aquella época, estaba la segunda guerra mundial.

Bueno, de ahí pasamos hacia algunas tierras de Europa, se veía la barbarie de la segunda guerra, que era pavorosa. Entonces el amigo aquel me dijo: “Aquí tenemos que andar con mucho cuidado, porque vamos metidos dentro de la Cuarta Dimensión y no llevamos documentos de ninguna especie, ni pasaportes, ni ninguna de esas cosas que se usan en el mundo de tres dimensiones. Si desgraciadamente llegamos a perder aquí el estado de Jinas me dijo, caeremos en estas tierras y aquí, o nos meten a la cárcel, o nos fusilan. Estamos en plena guerra mundial, aquí perdemos la vida; tenemos que ser muy cuidadosos”.

P.- ¿Y depende de uno mismo, el no perder ese estado de Jinas?

R.- Si, depende de uno tener cierto cuidado, sobre todo al acercarse donde hay puntas de acero, objetos metálicos, de hierro, etc., porque es muy peligroso. Entonces le dije al amigo: Bueno, marchemos con cuidado. La dama aquella, que me conducía, entró a una casa de Europa, donde aguardaba otra persona, la aguarda a ella. Nosotros dos nos quedamos ahí, platicando un poco. Él me dijo: No sé qué veo dentro de ti, pero en ti hay un poco de ciencia, otro poco de filosofía y bastante de magia. En eso tienes tú razón, le dije; yo soy Samael Aun Weor.

Aguardamos que la dama aquella sacara a otra persona que estaba esperando allí, una humilde modista que estaba estudiando las Ciencias Jinas. Aguardamos pacientemente, hasta que la sacara, y salió ella también. Después de eso, continuamos nuestro viaje y fui a donde tenía que ir: a un lugar secreto de la vieja Europa. Llegué a donde tenía que llegar, y después de haber estado donde tenía que estar, entonces, de regreso, volvimos nosotros a la casa y me acosté en mi cama, después de ese viaje extraordinario.

P.- El tiempo de la Cuarta Vertical, ¿cómo se compagina con el de la tercera? ¿Se le va la noche en ese viaje?

R.- Pues, francamente, no tuve el cuidado de haber mirado el reloj. En medio de ese experimento, uno no se acuerda del relojito, se olvida uno. Únicamente pensé que el viaje fue largo y que fue maravilloso, muy maravilloso. También pude evidenciar que lo principal es la fe; por esto: en cierta ocasión estábamos nosotros en una casa, en un pueblo de clima cálido, y como era clima muy cálido, pues ahí la maestra Litelantes se acostó en su lecho y yo me acosté, sencillamente, en el mero piso, en el suelo, para hacer mis experimentos Jinas.

Únicamente puse una almohada en el piso, ni siquiera estera, porque el calor era insoportable. Quería recibir algo de frescura en el piso. Ustedes saben que en tierra caliente es así. En climas muy cálidos, busca uno el piso y consigue algo de frescura. Bien, me dediqué a mi trabajo de concentración: vigilando el sueño cuidadosamente y aprovechar así que surgieran los primeros detalles del sueño, para poder levantarme y agarrar la Cuarta Vertical.

La maestra Litelantes me observaba desde su cama, pues estaba despierta. Yo no agarré completamente el estado de Jinas, en ese momento, porque me faltaba sueño o lo que sea, pero sí estaba lleno de fe. Me levanté del piso, en donde estaba acostado, lleno de fe, y dije: Voy para la calle. Cuando ella vio que iba para la calle, ni siquiera en piyama, sino en calzoncillos y la “camisilla”, dijo: “¿Pero cómo se va a levantar este hombre en “paños menores” y salir así a la calle?” Entonces, inmediatamente, se lanzó a la puerta: “¡Un momento!, ¿para dónde va usted?” Pero como en ese momento estaba yo, pues, lleno de fe, abrí la puerta y hasta le di un empujón.

Entonces abrí la puerta y salí, y al salir, enfrente había una cantina y la calle estaba llena de gente, porque no era tarde, ella dijo: “A este hombre lo va a agarrar la policía y lo va a meter al bote”. Sí señor: salí. Ella se asomó, llamándome: “¿Para dónde va, cómo se va a ir así?” Yo iba para donde iba, lleno de fe, y eso es todo. De que podía, podía. Porque tenía que poder; sencillamente, porque tenía que poder.

Caminé una cuadra y ella me estuvo mirando, hasta que a la cuadra me le desaparecí. A la cuadra di el salto, pero con una fe absoluta, y era tan tremenda la fe, que agarré la Cuarta Vertical y fui a donde tenía que ir, a cierto lugar, donde tenía que ir. Floté por encima de aquella ciudad, aquel pequeño poblado, y me dirigí a donde tenía que ir. Cuando ella vio que me desaparecía, dijo: “Voy a cerrar la puerta; ya, a este hombre, quizás qué le pasará”. Cerró la puerta, trancó. Era una de esas trancas antiguas algo burda, pesada. Al rato, como a la hora, ella se asombró cuando me vio otra vez acostado. Cuando yo regresé, no importó que la puerta estuviese cerrada. Como venía por entre la Cuarta Vertical, atravesé la puerta.

Así, con la puerta cerrada, atravesé la puerta. Pero fíjense ustedes cómo agarré el estado de Jinas: ni siquiera había sueño en ese momento, sino pura fe, nada más que una fe absoluta, sin una pizca de duda. Para hacer una cosa de esas, se necesita alguna de estas tres cosas: o estar en estado de éxtasis, o embriagado por la sabiduría, o estar loco.

Samael Aun Weor

Mantra Raom Gaom

 

Mantra raom gaom gnosisAl despertar del sueño normal, todo estudiante gnóstico debe hacer un ejercicio retrospectivo sobre el proceso del sueño, para recordar todos aquellos lugares donde estuvo de visita durante las horas del sueño. Ya sabemos que el Ego viaja mucho donde estuvimos y todo aquello que vimos y oímos. Los Maestros instruyen a los discípulos cuando están fuera del cuerpo físico.

Es urgente saber meditar profundamente y luego practicar aquello que aprendemos durante las horas del sueño. Es necesario no movernos a tiempo del despertar porque con ese movimiento se agita el Astral y se pierden los recuerdos. Es urgente combinar los ejercicios retrospectivos con los siguientes Mantra RAOM-GAOM.

Cada palabra se divide en dos sílabas. Debe acentuarse la vocal O. Estos Mantra son para el estudiante lo que la dinamita para el minero. Así como el minero se abre paso por entre las entrañas de la tierra con ayuda de la dinamita, así también el estudiante se abrirá paso hacia las memorias del subconsciente con la ayuda de estos mantras...

Arreglad vuestro desayuno con frutas ácidas y almendras molidas con miel de abejas. Así proveeréis al cerebro de átomos necesarios para la memoria.

Es necesario saber que la humanidad vive con la Conciencia dormida. Las gentes trabajan soñando. Las gentes andan por las calles soñando. Las gentes viven y mueren soñando. Cuando hemos llegado a la conclusión de que todo el mundo vive dormido comprendemos la necesidad de despertar. Necesitamos el despertar de la Conciencia. Queremos el despertar de la Conciencia.

La causa del sueño profundo en que vive la humanidad es la fascinación.

Las gentes están fascinadas por todas las cosas de la vida. Las gentes se olvidan de sí mismas por que están fascinadas. El borracho en la cantina está fascinado por el alcohol, el local, el placer, los amigos y las mujeres. La mujer vanidosa está fascinada ante el espejo por el encanto de sí misma. El rico avaro está fascinado por el dinero y las propiedades. El obrero honrado está fascinado en la fábrica por el duro trabajo. El padre de familia está fascinado en sus hijos.

Todos los seres humanos están fascinados y sueñan profundamente. Cuando manejamos un coche nos asombramos al ver a las gentes arrojarse sobre las avenidas y las calles sin importarles el peligro de los coches. Otros se lanzan francamente bajo las ruedas de los automóviles. Pobres gentes... andan dormidas... parecen sonámbulas... Andan soñando con peligro para sus propias vidas. Cualquier clarividente puede verles los sueños. Las gentes sueñan en todo aquello que las tiene fascinadas.

Durante el sueño, el Ego se escapa del cuerpo físico. Esta salida del Ego es necesaria para que el Cuerpo Vital pueda reparar el cuerpo físico. En los mundos internos podemos asegurar que el Ego se lleva sus sueños a los mundos internos. En los mundos internos el Ego se ocupa de las mismas cosas que lo tienen fascinado en el físico. Así vemos al carpintero durante el sueño en su carpintería, al policía cuidando calles, al peluquero en la peluquería, al herrero en su herrería, al borracho en la taberna o cantina, a la prostituta en la casa de placeres entregada a la lujuria, etc., etc.

Viven todas esas gentes en los mundos internos como si estuvieran en el mundo físico. A ningún viviente se le ocurre preguntarse a sí mismo durante el sueño si está en el mundo físico o en el astral. Los que se han hecho semejante pregunta durante el sueño, han despertado en los mundos internos. Entonces con asombro han podido estudiar todas las maravillas de los mundos superiores.

Sólo acostumbrándonos a hacernos semejante pregunta de instante en instante durante el estado llamado de vigilia podemos llegar a hacernos semejante pregunta en los mundos superiores durante las horas entregadas al sueño. Es claro que durante el sueño repetimos todo lo que hacemos durante el día. Si durante el día nos acostumbramos a hacernos esta pregunta, durante el sueño nocturno, estando fuera del cuerpo resultaremos repitiéndonos la misma pregunta. El resultado será el despertar de la Conciencia.

El ser humano fascinado no se acuerda de Sí Mismo. Nosotros debemos auto-recordarnos a nosotros mismos de instante en instante. Necesitamos auto-recordarnos en presencia de toda representación que pueda fascinarnos. Detengámonos ante toda representación y preguntémonos: ¿Dónde estoy? ¿Estaré en el plano físico? ¿Estaré en el plano astral? Luego dad un saltito con la intención de flotar en el ambiente circundante. Es lógico que si flotáis es porque estáis fuera del cuerpo físico. Resultado será el despertar de la Conciencia. El objeto de esta pregunta a cada instante a cada momento, es hacer que se grave en el subconsciente para que actúe después durante las horas entregadas al sueño, en horas en que realmente el Ego se halla fuera del cuerpo físico.

Sabed que en el astral las cosas se ven tal como aquí en el plano físico. Las gentes durante el sueño y después de la muerte ven todo allí en forma tan igual al mundo físico, que ni siquiera sospechan por ello hallarse fuera del cuerpo físico. Ningún difunto cree jamás haber muerto, está fascinado y sueña profundamente. Si los difuntos durante la vida hubieran hecho práctica de recordarse a Sí Mismos de instante en instante, si hubieran luchado contra la fascinación de las cosas del mundo, el resultado sería el despertar de la Conciencia.

No soñarían. Andarían en los mundos internos con la Conciencia despierta. Quien despierta la Conciencia puede estudiar, durante las horas del sueño, todas las maravillas de los mundos superiores. Quien despierta la Conciencia vive en los mundos superiores como un ciudadano del Cosmos totalmente despierto. Entonces convive con los grandes Hierofantes de la Logia Blanca.

Quien despierta la Conciencia ya no puede soñar aquí en este plano físico, ni tampoco en los mundos internos. Quien despierta la Conciencia deja de soñar. Quien despierta la Conciencia se convierte en un investigador competente de los mundos superiores...

Samael Aun Weor. del libro El Matrimonio Perfecto

Lamaseria Ejercicio 6 y 7

 

Ejercicio 6Ahora procederan de la siguiente manera: Se sentaran en el suelo con las piernas estiradas hacia adelante y las manos colocadas hacia atras sobre el suelo, el tronco del cuerpo un poco inclinado hacia atras apoyado en las manos, la cabeza mirando hacia el frente, talones juntos, pies abiertos en forma de abanico (figura 6).

Aqui de nuevo hacen la peticion, la suplica con mucha fe y devoción a la Madre Divina.

Ahora, para ejecutar este ejercicio nº 7 solo es suficiente encoger un poco las piernas, colocando las plantas de los pies en el piso y levantando las posaderas y estomago, quedando asi la posición de mesa, es decir, con las rodillas y el abdomen en una misma linea horizontal.

Ejercicio 7La cara debe quedar mirando hacia arriba, al cielo o techo de la casa.  El cuerpo debe quedar apoyado por las manos y los pies pero boca arriba, formando una mesa humana conforme a la figura 7.

En esta posición debe intensificar los ruegos y suplicas a la Bendita Madre Devi Kundalini, implorandole que invoque a su Divino Esposo, el Sacratisimo Espiritu Santo, para que venga y le haga la curación que necesite.

Esto lo explique varias veces, pero es bueno que no se olvide para que el ejercicio sea completo, porque no se trata solo de algo meramente fisico, se trata de algo distinto, espiritual, equilibrado.

Samael Aun Weor 

Ejercicio 1º    Ejercicio 2º     Ejercicio 3º      Ejercicio 4º    Ejercicio 5º    Ejercicio 8º     Ejercicio 9º    Ejercicio 10º    Ejercicio 11º