Distinguidos caballeros, distinguidas damas, Licenciado Cuauhtemoc Santana, Licenciado Homero Bustamante Carmelo; vamos ahora a hacer breves comentarios sobre la magistral obra del señor presidente José López Portillo. Incuestionablemente, el tema de la obra es trascendental: QUETZALCOATL, y merece ser reflexionada profundamente.
Ante todo, he de decir, en forma enfática y con entera claridad, que Quetzalcoatl no es un mito. Incuestionablemente, Quetzalcoatl es el Verbo, es la Gran Palabra, es el Logos platónico, el Demiurgo Arquitecto del Universo, el Fuego Creador…
Cuando estudiamos a Quetzalcoatl, descubrimos, en él, el mismo drama cósmico de Jeshuá Ben Pandira, Jesús El Cristo. Quetzalcoatl, cargando la cruz a cuestas, nos recuerda precisamente al mártir del calvario. Así, en realidad, Quetzalcoatl el es Logos, es lo que es, lo que ha sido y lo que siempre será; es la vida, que palpita en cada átomo, como palpita en cada sol. Antes de que el universo existiera, Quetzalcoatl existía…
No seria posible aceptar, en modo alguno, una mecánica sin mecánico, tal como cree la Antropología materialista. Nosotros debemos comprender que detrás de toda mecánica, tiene que haber principios inteligentes....
