Habéis llegado a la cámara treinta y tres, ¡oh ARHAT!. Las tres cámaras altas de la cabeza han quedado ahora unidas mediante el fuego.
Una campana metálica hace estremecer todos los ámbitos de la tierra, y el centro coronario de tu glándula pineal resplandece entre las abrasadoras llamas de la mente cósmica.
Tu túnica blanca, brilla terriblemente entre el crepitar ardiente de las llamas universales. Orquestas inefables resuenan en el templo, entre los grandes ritmos del fuego. Esta ROSA-ÍGNEA de tu corona mental, hace resplandecer tu rostro y tus sienes augustas, entre las ondulantes llamas del mundo mental.
Este es el loto de los mil pétalos, esta es la corona de los santos, este es el ojo de la Polividencia, este es el ojo de Diamante. Deberéis ahora, ¡oh ARHAT!, Conectar tu glándula pineal con tu glándula pituitaria, mediante el fuego....
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