Siempre he sido investigador, me ha gustado explorar directamente; no atenerme exclusivamente a la cuestión de los libritos, sino ir a ver, a ver qué es lo que hay de verdad en cada cosa. Y les aconsejo a ustedes lo mismo, ser atrevidos en la investigación. Uno tiene que investigar, para descubrir por sí mismo.
En tiempos de nuestra revolución mexicana, le sucedió a un familiar el siguiente acontecimiento: resulta que en una batalla del estado de Sonora, se perdieron en el desierto, él y un amigo. Después de varios días de caminata, sin tener agua ni alimento alguno, falleció su amigo, a quien al caer la noche sepultó, quedando solo en medio del inmenso desierto.
Después de caminar, cerca de una hora, desde el lugar donde lo había sepultado, se acostó cansado a dormir, pero al día siguiente la sorpresa fue muy grande, al ver a su lado el cadáver del amigo, lleno de arena. Sin poder entender este fenómeno, volvió a darle cristiana sepultura.
Siguió caminando durante todo el día, y al caer la noche se volvió a dormir y nuevamente se encontró al despertar, al día siguiente, con el cadáver a su lado. Esto mismo le sucedió durante tres ocasiones. Al tercer día, oró profundamente a Dios para que ya no le sucediera más tal fenómeno, y ese último día empezó a encontrar qué comer, hasta que llegó a una población, donde, espantado, narró tal suceso medio muerto de sed y de hambre.
¿Podría ser usted tan amable, Maestro y darnos una explicación al respecto?
Con mucho gusto voy a dar respuesta a la pregunta del caballero. Fuera de toda duda, podemos catalogar tal fenómeno como un hecho de la Cuarta Dimensión. Ostensiblemente, tanto la personalidad energética como el yo psicológico del difunto, se metían dentro de su cadáver, sacándolo de entre la fosa sepulcral mediante el agente de la Cuarta Dimensión, de la Cuarta Coordenada, de la Cuarta Vertical......

