Hay dos diosas de extraordinaria belleza, una es la Diosa Blanca y otra es la Diosa Negra. Las dos caras de la Naturaleza: la luz y las tinieblas. La Naturaleza y su sombra.
La una es de belleza terriblemente divina, la otra es de belleza terriblemente maligna. La una es la Serpiente de bronce que sanaba a los y israelitas en el desierto, la otra es la Serpiente tentadora del Edén.
Quien lea la obra "El Kundalini", de Cherenzi, admirará el hermosísimo canto a la Naturaleza que Omar Cherenzi Lind estampó en este libro. Naturalmente a nadie se le ocurre pensar siquiera por un momento, que ese libro es una obra de magia negra, pero a lo que canta a Cherenzi es a la Diosa Negra, al océano tenebroso de la Naturaleza, mejor dijera, a la sombra de la Naturaleza.,,,
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