Así que, existen dos tipos de Humanidad: al uno lo llamaríamos la humanidad mecánica y al otro lo llamaríamos la Humanidad Consciente. Para pasar del centro de gravedad mecánico al centro de gravedad consciente, hay que trabajar, hay que apelar a esa tercera fuerza, cual es la del trabajo gnóstico sobre sí mismos, aquí y ahora…
El Hombre número 1, es el hombre meramente instintivo, mecanicista; en él predominan los centros del instinto y el mecánico, o motor.
El Hombre número 2, es el individuo emocional, un individuo que se mueve en el mundo de las emociones inferiores, de las pasiones, de los deseos animales, etc.
El Hombre número 3, es el hombre meramente intelectual, el hombre que está razonando todo el día, toda su vida; que fundamenta todas sus actividades, exclusivamente en el centro intelectual.
Los hombres número 1, 2 y 3, forman el círculo de “confusión de lenguas”; los hombres 1, 2 y 3 son la Torre de Babel, porque en ese círculo hay confusión de lenguas: el intelectual no entiende al hombre emocional; el instintivo, no entiende al emocional; el emocional no entiende al intelectual; el emocional tampoco entiende al instintivo, ni el instintivo al emocional…
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