Por aquellos tiempos en que Ana Besant ocupaba la presidencia de la sociedad Teosófica, hubo un conflicto dentro de esa maravillosa organización cuya fundadora fue la Gran Iniciada Helena Petrovna Blavatsky. El problema que se presentó fue el caso Krishnamurti. La señora Besant levantó el dedo para asegurar a los cuatro vientos que el muchacho indio era la Reencarnación viviente de Jesucristo.
Leadbeater, el Gran clarividente y muchos otros Teósofos eminentes estaban totalmente de acuerdo con la señora Besant y juraban que el muchacho Indostán era Jesucristo Reencarnado nuevamente. Todavía recordamos la fundación de aquella orden llamada la Estrella de Oriente, cuyo único propósito era recibir al Mesías. Más tarde el mismo Krishnamurti la disolvió.
Por aquella época hubo una división en el seno de la sociedad Teosófica. Unas aseguraban que Krishnamurti era el Mesías, no aceptaron ese concepto y se retiraron de la sociedad Teosófica. Entre aquellos que se retiraron figura el Doctor Rodolfo Steiner, poderoso clarividente iluminado, eminente intelectual, fundador de la Sociedad Antroposófica.
La obra de Steiner es grandiosa. Sus obras son pozos de profunda sabiduría. También se separó de la Sociedad Teosófica el grupo Español Marco Aurelio. La escisión que hubo en el seno de aquella famosa Sociedad Teosófica fue un verdadero fracaso. Nosotros necesitamos analizar el caso Krishnamurti. Mientras unos están convencidos de que él es la Reencarnación de Jesús el Cristo, otros dicen que es un ignorante, que lo único que sabe es manejar automóvil y jugar tenis, etc. Total: ¿En qué quedamos? ¿Al fin qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario