Casi una tercera parte de nuestra vida la vivimos en el mundo de los sueños, sin estar concientes realmente de su importancia y relevancia. El proceso del sueño es un fenómeno muy natural del ser humano, que se realiza diariamente, así como el comer, caminar o tomar agua.
Cuando el cuerpo físico se queda dormido, es entonces posible que el alma salga de éste y viaje por todas partes en el llamado mundo de los sueños o mundo astral, al momento de regresar el alma al cuerpo, puede recordar los lugares donde estuvo, las personas con quienes habló; a este fenómeno se le conoce como desdoblamiento astral.
El ser humano tiene la facultad de salir a voluntad al mundo de los sueños y hacerse conciente de sus propios fenómenos naturales, lo cual jamás puede ser peligroso, sino por el contario: hacerse conciente de los fenómenos naturales puede transformar nuestra existencia, cada quien puede hacerse conciente de los alimentos que ingiere, del agua que toma, de su propia salud.
Todos los días, inevitablemente, al momento de dormir, el alma se desdobla del cuerpo físico, la naturaleza se encarga de realizar ese prodigio para que el cuerpo físico pueda ser reparado mientras el alma está fuera. Si todos los días realizamos este proceso ahora lo que podemos hacer es vigilar precisamente el sueño para observar y ser testigos de este fenómeno, a esta práctica se le llama vigilar el sueño. ...
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