El Maestro Aun Weor pertenece al Rayo de la Fuerza: por ello lo sentimos demasiado fuerte al expresarse, por ello sus ataques contundentes, por ello su espada la empuña contra todas aquellas enseñanzas que esclavizan al hombre y lo limitan y lo encadenan al dolor.
Todas sus gloriosas enseñanzas conducen al discípulo que tiene madurez espiritual hasta su realidad presente. El sexo es el primer peldaño que nos ofrece nuestro cuerpo físico para entrar en ese grandioso e inmenso campo del amor y al no menos misterioso de la pasión, y según el camino que toma el hombre por medio del sexo, ya sea del amor o de la pasión, así se eleva o se hunde en el abismo: la base fundamental de la magia negra y del dolor, es el ego, y la base fundamental de la omnipotencia y de la felicidad absoluta, es la castidad.
Ahora, la castidad no es cuestión de pose, pietismos o retórica de catecismos. Cuando nosotros hablamos de castidad, aludimos a la decencia sexual, a la castidad científica, a la magia sexual. A la unión que se verifica entre esposo y esposa, no para crear hombres sino para formar dioses; pero el hombre corriente, el hombre común ni siquiera se une como los animales, para crear animales, sino que lo usa para saciar torpes y brutales apetitos.,,,
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