En los tiempos arcaicos, allá en la Lemuría, conseguí (Samael Aun Weor) el Elixir de la Larga Vida, éste se fundamenta en la substancia primordial que puede hacer reverdecer la vida, éste es el Néctar de los Dioses, lo que Paracelso llama Ens Seminis donde se encuentra el ens virtutis.
En el continente Mu o Lemuria, que estaba situado en el gigantesco Océano Pacífico, la Blanca Hermandad me concedió el elixir maravilloso, el Regalo de Cupido con el cual uno puede conservar el cuerpo durante millones de años.
Pude conservar el cuerpo físico durante millones de años en la Atlántida fui un inmortal. Comenzando la primera subraza aria me pasó lo que al conde Zanoni, que por haberse enamorado de una corista de Nápoles le quitaron su cuerpo inmortal. Fue así como quedé reencarnado en distintos cuerpos, hasta ahora que he vuelto para arriba.
Afortunadamente ya estoy de pie a pesar de haber reincidido en el mismo delito. Mi Divina Madre Kundalini me llevó posteriormente al interior de una caverna en la profundidad de la montaña y entonces vi lluvias, lágrimas y torrentes de agua turbia, amarguras y lodo, miseria, etc., etc.
¡Ved el porvenir que os aguarda!, exclamó mi Madre... ¡Inútiles fueron mis súplicas! no merecía el perdón; era un reincidente en el delito; al fin la vi encerrarse dentro del chacra muladhara en el hueso coxigeo, y entonces ¡Ay de mí! ¡Ay! ¡Ay! ,,,,
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