Actualmente se están difundiendo tanto en Oriente como en el Occidente del mundo, muchas doctrinas filosóficas fundamentadas en el Dogma de la Evolución. La Evolución y la Involución son fuerzas mecánicas que se procesan simultáneamente en toda la naturaleza. Nosotros no negamos la realidad de estas dos fuerzas, las explicamos.
Los basamentos científicos de la Evolución son: las teorías nebulares del origen del Universo, con todas sus innumerables alteraciones, modificaciones, adiciones, restricciones, etc., que realmente nada cambia en la original concepción errónea del proceso mecánico de construcción; y segundo, la caprichosa teoría de Darwin sobre el origen de las especies con todas sus correcciones y cambios posteriores.
En realidad, la aparición de nuevas especies como resultado de la Evolución, no pasa de ser más que una simple hipótesis porque jamás se ha podido verificar, nadie ha visto aparecer una nueva especie. El pensamiento moderno al crear la Teoría de la Evolución, se olvidó de los procesos destructivos de la naturaleza.
La razón estriba en el campo de visión intelectual demasiado limitado en estos tiempos, debido a esto se elaboran “teorías de relumbrón” muy bonitas pero con un número insuficiente de hechos; ninguno de los procesos es ciertamente conocido en forma íntegra y observamos solamente parte del proceso, los hombres dicen que este proceso consiste en cambio de tipo evolutivo.