Brujas, Calchona, Arpías, son reales. El sabio autor del libro “Specimen of British Writers”, Barnett, presenta un caso extraordinario de brujería: “Hace cincuenta años vivía en una aldea del condado de Sommerset una vieja que era generalmente considerada como bruja.
Su cuerpo era seco, y encorvado por la edad, andaba con muletas. Su voz era cavernosa, de misteriosa pero simulada solemnidad; de sus ojos brotaba un fulgor penetrante que sobre quien se posaba lo dejaba callado de espanto.
De pronto, un joven sano y mozo, de unos veintiún años, de la misma localidad, fue asaltado por una pesadilla tan persistente, que su salud resultó afectada y, en un plazo de tres a cuatro meses, se quedó débil, pálido y flaco, con todos los síntomas de una vida que se agotaba.
Ni él ni nadie de los suyos dudaban de la causa, y tras celebrar consejo, tomó él la decisión de esperar en vela a la bruja. Así, la misma noche siguiente, hacia las once y media, percibió unos pasos quedos y sigilosos en la escalera. Una vez hubo llegado el amedrentador ser al cuarto, fue al pie de la cama, subió luego a ella y se arrastró lentamente hacia el mozo.
Él dejó hacer hasta que ella llegó a sus rodillas, y entonces la asió con ambas manos por el pelo, teniéndola sujeta con convulsa fuerza, llamando al par a su madre, que dormía en una habitación contigua, para que trajese luz. Mientras la madre iba a buscarla, lucharon el mozo y el ser desconocido a oscuras, rodando ambos furiosamente por el suelo, hasta que al primer vislumbre de la escalera, la mujer se zafó con fuerza sobrenatural del joven y desapareció como un relámpago de su vista.... ver más