Sirvan estas palabras para conocer a un Maestro espiritual, difícil de encajar en cualquier esquema personal, razón por la cual su obra universal se difunde hoy por los cinco continentes.Transcribimos las palabras del Venerable:
Nosotros no queremos idólatras, ni nos interesan los secuaces. Nosotros somos postes de indicación, así que no se apeguen a nosotros, porque nuestra labor no es proselitista. Indicamos con pensamiento lógico y concepto exacto el camino a seguir, para que cada cual llegue hasta su Maestro Interno, el que mora en silencio dentro de cada uno de ustedes.
Les informamos que la sabiduría pertenece al Intimo y que las Virtudes y los Dones no son asunto de poses ni de fingidas mansedumbres, sino que ellas son realidades terribles, que nos convierten en poderosos y gigantescos robles para que se estrellen contra nuestra recia personalidad los vendavales del pensamiento; las amenazas de los tenebrosos; la envidia de los tiranuelos, y la contumelia de los malvados.
Esta enseñanza es para los rebeldes de todas las escuelas; para los que no contemporizan con amos; para los inconformes de todas las creencias; para los que aún tienen algo de hombría y les queda en su corazón una chispa de amor.
No nos interesan los dineros de nadie, ni nos entusiasman las cuotas, ni las aulas de ladrillo, cemento o barro, porque somos asistentes conscientes a la Catedral del Alma y sabemos que la Sabiduría es del Alma...
No andamos en busca de seguidores, sólo queremos que cada cual se siga a sí mismo, a su propio Maestro Interno, a su sagrado Intimo, porque este es el único que puede salvarnos y glorificarnos... No queremos más comedias, ni más farsas, ni falsos misticismos y escuelas falsas; ahora queremos realidades vivientes, prepararnos para ver, oír y palpar la realidad de esas verdades.
Empuñamos la Espada de la Voluntad para romper todas las cadenas del mundo y nos lanzamos intrépidos a una batalla terrible por la liberación, porque sabemos que la salvación está dentro del hombre.