Hercólubus La tierra está agonizando
Quiero referirme en forma enfática al año 1962. Fecha: 4 de febrero. Hora: entre las 2 y 3 de la tarde.
Acaeció un acontecimiento extraordinario, hubo entonces un embotellamiento del tránsito celeste en la constelación maravillosa del Aguador, Esto que estamos afirmando aquí no es algo a priori, sin fundamento alguno, esto que estoy diciendo fue visto por todos los astrónomos del mundo.
Desde todos los observatorios de la Tierra se pudo verificar que hubo un eclipse de sol y de luna total. Nadie que tenga conocimiento de astronomía podrá negarlo.
Fue precisamente, en ese día y a esa hora, que se inició la Era de Acuario y todos los planetas del sistema solar se dieron cita en la constelación del Aguador, para el gran concilio cósmico.
Existen muchas tesis sobre la fecha en que la Era de Acuario habría de iniciarse, algunos suponen que fue algunos años antes, otros suponen que fue años después, pero hechos son hechos y ante los hechos tenemos que rendirnos,
El fenómeno cósmico fue visto por todos, repito, por todos los astrónomos del mundo, y a partir de esa fecha la vibración de Acuario se ha intensificado tremendamente.
Cuando nosotros observamos claramente el signo zodiacal de Acuario, podemos evidenciar cosas extraordinarias: Acuario es casa de Urano y Saturno. Urano es un planeta revolucionario y controla las glándulas sexuales, es terrible, catastrófico. Saturno, obviamente nos recuerda al caos, el regreso al punto original de partida.
Frente a la constelación del Aguador encontramos a Leo. Leo es un signo zodiacal de fuego, revolucionario, tremendo. Acuario, dominado por el caos, es la muerte.
Urano es la revolución. Leo es el fuego universal, abrasador. Obviamente, el León de la Ley sale al encuentro de la humanidad, que ya está madura para el castigo final.