La Serpiente de Metal
Entre la mujer y la serpiente existe enemistad desde que salimos del Eden. La serpiente engañó a Eva, y desde ese instante comienza el conflicto. Jehová dijo a la serpiente: "Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo;
Sobre tu pecho andarás y polvo comerás todos los días de tu vida. Y enemistad pondré entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; Ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañal" (Génesis 3: 14, 15).
El mundo se llenó de lágrimas desde que la serpiente fue maldita; la mujer hiere a la serpiente en la cabeza, y la serpiente se venga de la mujer hiriéndola en el calcañal. Entonces nacemos llorando y morimos llorando.
Moisés en el desierto levantó la serpiente de metal sobre la vara. Esa serpiente se convirtió en la vara misma. La lucha es terrible: "cerebro contra sexo, sexo contra cerebro y corazón contra corazón". Tenemos que domar y levantar la serpiente de metal sobre la vara tal como lo hizo Moisés en el desierto.
Tenemos que descender a la novena esfera (el sexo) para trabajar con el fuego y el agua, origen de mundos, bestias, hombres y dioses. Toda auténtica iniciación blanca comienza por allí. En la unión del Phalo y el Útero se halla la clave de todo poder. Levantad bien vuestra copa y cuidad de verter ni siquiera una sola gota del vino sagrado. Matad el deseo. Matad hasta la sombra misma del deseo.
Hay que celebrar las bodas de Canaán y transmutar el agua en vino. Cuando el hombre es casto puede levantar la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes por el canal central de la médula espinal. El fuego Pentecostal tiene poder para abrir las siete iglesias.
Cuando los átomos solares hacen contacto con los átomos lunares, en el hueso coxígeo cerca del Triveni, entonces adviene el fuego sagrado de Pentecostés. La serpiente ígnea se levanta desde el fondo sagrado del arca. Esa arca del testamento son los órganos sexuales. Ver más.......
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